Dejamos el pueblito de Garapua de mañana con una dia espectacular y la marea no tan retirada. El trayecto es casi todo por la playa. Una playa larga en forma de herradura.
A lo lejos, muy a lo lejos veíamos un pueblito. Hacía ahí andamos.
Este dia de caminata tuvo una particularidad: nuestros piesitos ya no querían saber nada con seguir y cada paso parecía que marcaba a fuego nuestras huellas en la arena.
Fue largo, 4 horas de caminata bajo un sol paralizante. Caminamos escoltadas de arena blanca y palmeras. Solas, delimitando la isla de Tinhare.
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