Llegamos como a las 5 de la tarde y sabíamos que antes del anochecer empezaba el ritual en el rio así que nos tomamos un cycle rickshaw y fuimos para ahí.
Los vertices del rio Ganges estaban llenas de espectadores, mujeres, hombres y niños bañandose y haciendo ofrendas. Algunos sentados en las ghats que rodeaban la ciudad, otros parados esperando.
No sabíamos muy bien que era lo que iba a pasar. Nos pusimos a caminar entre la gente y nos encontramos con sadhus de todas las edades, vendedores religiosos, muchos hindus y muy pocos turistas, una combinación que nos encantaba! Era un ambiente muy mistico y sagrado y cada vez llegaban más y más.
Sobre las 6, y esperando el atardecer, la gente se empezó a sentar en todos los alrededores del rio. Por los parlantes gigantes salían canciones hindús y mantras. Fue una hora de cantos y movimientos de brazos casi coordinados entre las miles de personas que iban a participar como todos los dias de este ritual.
Todo empezó con la llegada de un maestro vestido de naranja. Alrededor de él y en varios sectores de los ghats se prendieron unas antorchas gigantes que eran levantadas por sadhus vestidos de blanco. La gente seguía cantando y estaba atenta a cada movimiento.
Pelegrinos y creyentes tiraban ofrendas al rio y beneraban con rezos a sus dioses. Duró casi dos horas. En el aire volaba una energia espesa de la que quería ser parte.
Mañana partimos a Delhi.
Y pronto, a Uruguay.
sábado 1 de Abril, 2006
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