India la cambio de rumbo, la desorbitó.
Ya tenía en esta época mi mochila casi pronta, mi bolso de dormir comprado y mi cabeza llena de ilusiones.
Tenía también a esta altura de Enero, mi librito de viajes conmigo.
Hoy recuerdo todo eso y es inevitable que caigan lagrimas por mis ojos y que mi piel se vuelva sencible como un jazmín. Lo siento todo tan cerca y siento esa inmensa necesidad de que el recuerdo de India permanezca intacto por siempre en lo mas visible de mi memoria.
India dejo un antes y marco un después.
Y dejó paz.
Y me llenó de amor.
Que en este nuevo año, India este inmenrza en mis actos diarios. Y que siga aprendiendo siempre de aquel 2006.
9Enero2008
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