Sobre Machu Pichu

Tenía muchas expectativas puestas en mi llegada a Machu Pichu. Hace años quería cumplir con ese viaje, y pensar que ya taché ese debe me deja intranquila.

No pude hacer el Camino del Inca, queríamos fervientemente hacerlo pero dado que mi viaje a Perú surgió muy a ultimo momento, nos quedamos sin cupos para hacer el Camino. Sólo pueden salir 200 personas por día y hay cola hasta Setiembre para conseguir lugar. Ya esto me daba un indicio del caracter turistico de este destino Incaico.

Llegamos como la gran mayoria, en tren.
Un tren que recorre un camino paradisiaco entre montañas, selva y un rio que acompaña casi todo el trayecto. El paisaje es diferente al que veníamos viendo en el valle sagrado que se destacaba por su aridez y rocaje. En esta parte del Perú vuelan los mosquitos y hay un aire humedo, la vegetación crece por todos lados y es cuna de infinitos animales. Volviendo al tren, fuimos en la categoria más barata pero ente ida y vuelta nos gastamos USD 120! Otro indicio de que estabamos moviendonos como titeres.

El tren te deja en Aguas Calientes o Pueblo Machu Pichu, una localidad que vive gracias al turismo del gran santuario Inca. Es impactante escuchar de la voz de los locales la desesperación que vivieron los 3 primeros meses del año cuando se vieron arrollados por las inundaciones que los mantuvo sin comida ni ingresos. Me contaba la moza de uno de los restaurantes donde comí que ellos solo recibieron ayuda del gobierno la primera semana cuando con helicotperos tiraban comida y se llevaban a los miles de turistas que quedaron evacuados.

La subida a Machu Pichu se tiene que hacer temprano en la mañana. A las 4.30 madrugamos para llegar arriba en hora de ver el amanecer. Casi rozando el solsticio de invierno nos aseguraba que los primeros rayos de sol pasarían muy cerquita del medio del templo del sol como tan presisamente lo habían diseñado los Incas. Desde atras de las enormes montañas se aparecen rayos brillantes e incandilantemente blancos que dispersan de a poco las nubes que rozan las ruinas, y pintan de celeste el cielo.

El primer contacto con Machu Pichu es impactante. Nunca mi vista vislumbró tanta historia junta. Bajo nuestros pies, una ciudad entera armada de manera prolija y calculadora. Es fácil sentir penetrar por los sentidos la energia que hay en el aire y que parece aún viva en las montañas. Cada escalon caminado te hace ser parte de un enigma. Muchas preguntas sin respuestas hacen que la magia que se respira sea aún más intensa. Para hacer el recorrido más enérgico y completo, la visita incluye dos caminatas cansadoras pero con grandes recompensas, la primera y a la que hay que llegar temprano para conseguir lugar es la escalada al Huayna Pichu, la segunda y un poco más light, la caminata hacia la Puerta del Sol. El regalo de tanto sacrifio: vistas sacadas de poemas y espegismos de vidas inigualables.

La historia dice que Machu Pichu era un santuario divino. A esto podemos relacionar entonces la mistica excesiva del lugar. La mayoria de los cadaveres encontrados fueron mujeres y los objetos relacionados con la religión. No se confirmaron rituales humanos ni relaciones poligamias.

Por su descubrimiento, el mundo evoca al profesor estadounidense Hiram Bingham. En el Santuario hay placas alusivas a él que fue quien abrió el secreto que tan guardado tenían los peruanos. No entiendo, y me duele comprender, que tanto culto se haga al hombre que se llevo todo lo que de valor encontró en las ruinas, y tan poco reconocimiento a quienes por años lo protegieron y cuidaron. Es desde esta epoca supongo yo, que Machu Pichu pasó a ser un negocio que solo pueden pagar algunos.

Pero sacando de lado el aspecto comercial, tapandome los oidos para no escuchar el merengue de idiomas que hay a mi alrededor y cerrando los ojos para caer inmersa en su misterio, Machu Pichu es una fuente de energía radiante. La inteligencia desarrollada por los Incas supera ampliamente las espectativas. Es difícil entender como con tan poco avance de la ciencia en otras partes del mundo, esta comunidad había creado tanto.

Mi respeto y culto hacia los Incas por su creación, a los Peruanos por su secreto y a las montañas por guardar tanta magia y transmitir más de 500 años después, esa energía tan brillante.

Conocí una más de las 7 maravillas que el mundo moderno decidió comunicar de manera masiva. Ya van 4, quedan 3 de estas, pero tantas más que iré descubriendo sóla, sin la ayuda de libros ni guias que me acompañen.